5. ESCRIBIR: EL DIÁLOGO
–Dime una cosa –le dijo Sofía–. Si tú no te comes a las personas como hacen los demás gigantes, ¿de qué vives?
–¡Ahí está el terribíbile problema! –contestó el GGB–. En este estrafafalarioso País de los Gigantes no crecen cosas tan ricas como las piñas y las furumbruesas. Solo hay una porquería de vegetal que se llama pepináspero.
–¿Pepináspero? ¡Pero si eso no existe! –exclamó la niña.
–Ayer no creíamos en gingantes, ¿verdad? –dijo el GGB, mirándola–. Hoy no creemos en los pepinásperos. ¡Y solo porque nunca viste un pepináspero con tus ojitos! ¿Qué hay, por ijemplo, del saltapatitieso, del rabinaspistacho, del sabandiperro o del vaquifante?
Roald Dahl: El Gran Gigante Bonachón. Barcelona, Círculo de Lectores, 2001 (adaptación).
Este texto es un diálogo en el que intervienen sólo dos personajes. Para que los identifiques mejor, te los he pintado de dos colores distintos. Lo que dice Sofía aparece en rosa, lo que dice el gigante, aparece en azul.
Las rayas aparecen en rojo.
El diálogo es un texto que reproduce literalmente las palabras de dos o más personas que hablan sucesivamente.
Fíjate bien:
- Hay una raya al principio del renglón para indicar la intervención de cada hablante. Ejemplo:
– No quiero ir a jugar al tenis.
- Si citamos al hablante, hay que colocar otra raya delante de su nombre o referencia. Ejemplo:
– No quiero ir a jugar al tenis – dijo Ana.
- Si el nombre o la referencia va en medio de la intervención, debe llevar una raya delante y otra detrás. Ejemplo:
– No quiero ir a jugar al tenis – dijo Ana – . Prefiero quedarme en casa.
ACTIVIDADES PARA PRACTICAR